A lo largo de la historia, la búsqueda por potenciar el deseo erótico ha sido una constante en la mayoría de sociedades del mundo. De hecho, mucho se ha hablado de afrodisíacos que se encuentran en alimentos o medicamentos y que nos ayudan a aumentar dicho deseo o apetito sexual. La cultura occidental ha acumulado verdades y mentiras acerca de los afrodisíacos, siendo el amor, las fantasías, las emociones y el erotismo en sí mismo las propiedades más potentes para realzar el deseo erótico.
Sin embargo, sí existen algunos alimentos que la ciencia ha catalogado como tales. Según un estudio de la Universidad de Guelph, en Canadá, la yohimbina, el azafrán y el gingeng son los afrodisíacos verdaderos. Tras una extensa investigación, se descubrió que reunían las cualidades esperadas. Sin embargo, aunque el vino, por ejemplo, también es considerado un supuesto afrodisíaco, no se le atribuye dicha cualidad. La verdad, a pesar de que el alcohol desinhibe la conducta y facilita el atrevimiento en la intimidad, también puede dificultar el encuentro erótico.
No obstante, además de los citados, también existen afrodisíacos algo más típicos. Respecto al chocolate, su aroma y su sabor hacen que sintamos placer y, además, la feniletilamina que contiene aumenta las endorfinas cerebrales relacionadas con el erotismo y el mismo placer. En el mismo saco encontramos los mariscos y pescados, como ostras y almejas, así como la canela, las fresas, la miel, los cacahuetes, las cerezas, los plátanos y la manzana.
Aunque los productos citados pueden ser de gran utilidad en un encuentro erótico, lo más efectivo es sentir el deseo y potenciar el poder del cerebro. Para generar el máximo placer, una de las herramientas más útiles es el masaje erótico. La verdad, los movimientos de unas manos expertas, la sensual silueta de nuestras masajistas eróticas y la profesionalidad con la que actúan, es la mejor de las opciones existentes que te permitirá potenciar el deseo sexual. En Masajes Shiva, un centro especialista situado en el pleno corazón de Barcelona, te ofrecemos una experiencia única, lejos de estudios científicos, pero con efectos prácticos realmente agradables.
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