El masaje nuru tiene su origen en Japón. También conocido como masaje cuerpo a cuerpo o masaje cuerpo sobre cuerpo, es quizás el masaje sensitivo más famoso y practicado en el país del sol naciente. Y como todos los masajes de origen oriental, tiene como principal objetivo despertar los sentidos para disfrutar al máximo de la experiencia a nivel físico y mental. En el equilibrio entre la psique y el cuerpo está la clave para la relajación y el placer más intenso.
En Japonés «nuru» quiere decir «resbaladizo» y como su significado sugiere, el frotamiento de los cuerpos constituye la base del tratamiento y su característica principal. La terapeuta, totalmente desnuda, utiliza todo su cuerpo para resbalar por encima del cliente proporcionando una experiencia de los más sensual, cálida y placentera. Los sentidos del que recibe el masaje despiertan poco a poco mientras siente cómo las partes eróticas de la mujer recorren su piel.
Esta clase de masaje es muy versátil, ya que se puede realizar tanto en una sala de masajes como en una cama. Su popularidad ha aumentado en los últimos años, llegando a situarse a la altura de los masajes lingam y yoni, mucho más conocidos por el público habitual.
Cómo se realiza un masaje nuru
Gel nuru
Para poder realizar correctamente esta terapia, debéis de disponer de los elementos básicos y de un lugar cómodo para poder trabajar sin problemas. El ingrediente principal es el gel nuru. Este producto es específico para este tipo de masaje y se elabora a base de algas marinas japonesas. Podemos utilizar otros lubricantes corporales, pero tienden a rendir menos y a ser más pegajosos.
Situación
El lugar es otro de los puntos clave. Como todo gira en torno a hacer deslizar un cuerpo encima de otros, se necesita un espacio en que poder moverse con tranquilidad y seguridad. Una camilla puede ser algo arriesgada si no dispone de elementos de sujeción adecuados. Lo más recomendable es una cama ancha y a poder ser a ras del suelo para evitar caídas fuertes.
Movimientos
Con un lugar óptimo y el gel nuru ya untado por ambos cuerpos desnudos, ya solo debemos proceder a la práctica. Para una mejor y más sensorial experiencia, se recomienda empezar con la persona que recibe el masaje boca abajo. De esta manera el órgano de la vista no puede intervenir y se favorece a la estimulación de los demás sentidos haciendo la experiencia cada vez más completa e intensa.
Los movimientos deben ser lentos y largos. Permitiendo que las dos personas puede intuir y sentir todas las partes del cuerpo que entran en contacto. A poder ser los movimientos que sean de abajo hacia arriba y a la inversa. Finalmente, la persona que yace tumbada y fuertemente estimulada, puede ponerse boca arriba para, ahora sí, ver y sentir toda la potencia, sensualidad y sexualidad del roce de dos cuerpos desnudos. Cómo llegar al clímax final, ya lo decide cada uno.
Utilizar de vez en cuando las partes erógenas para el arrastre. Pechos, pubis, nalgas, son poderosos estimulantes capaces de excitar al más pausado.