La interacción en los masajes eróticos es un elemento fundamental de disfrute y de búsqueda de placer, una manera de entender el masaje que lo lleva a cotas de excitación y de erotismo inigualables por ningún otro tipo de masajes.rnrnPor ello, nuestro masaje Vishnu es uno de los más demandados de nuestra carta de masajes, ya que permite que exista interacción entre la masajista y el cliente, en una especie de intercambio de energías corporales y caricias con carga de explosiva sensualidad que lleva al cliente a un viaje sin retorno al placer más absoluto, protegido de todo sufrimiento, de todo dolor, y llevado sólo hacia el placer.rnrnDe ahí el nombre que hemos elegido a este masaje, en honor del Dios Vishnu de la mitología hindú, un Dios que forma parte de la trimurti, de la triada, de la mal llamada trinidad hinduista, junto a Brahma y Shiva.rnrnVishnu es el Dios que mantiene el Universo compacto y se encarga de protegerlo ante los peligros que puedan acecharlo. Por esa cercanía que destila al ser nuestro protector, Vishnu es siempre representado con forma humana, y es que durante la existencia del mundo se ha reencarnado hasta en 9 ocasiones para equilibrar el bien y el mal en el mundo, siendo las más conocidas Ram y Krishna. La décima reencarnación se producirá cuando lleguemos al fin del mundo.rnrnSe trata de uno de los dioses más venerados en la India, y en toda la religión hindú en su conjunto, y en su representación con forma humana se le atribuyen cuatro brazos, cada uno con un significado. En una mano sostiene un caracol (para anunciar a la humanidad su victoria sobre los demonios), en otra lleva una rueda dentada que es utilizada como arma invencible ante los enemigos, en la tercera un mazo como símbolo del poder y en la cuarta una flor de loto que viene a representar su pureza más absoluta.rnrnEn definitiva, el masaje Vishnu hace honor al Dios que lo inspira, a un masaje que aúna lo divino y lo humano, lo terrenal y lo sideral, y todo encaminado a conseguir que se produzca una conexión cósmica entre la masajista y el cliente, dejando fluir las energías y el espíritu incontrolable del placer.