A menudo, asociamos Japón con sus costumbres eróticas. No podemos evitar pensar en sus objetos fetiches o en sus geishas. Es posible que pienses que se trata de simples tópicos, pero no es así. Los masajes japoneses se presentan como una tradición muy erótica a la que muchas personas no quieren renunciar cuando se encuentran de visita en el país nipón. Por suerte, es posible acceder a ellos sin necesidad de tener que viajar tan lejos.
Los placeres exóticos de Oriente
El masaje japonés se remonta al año 1000 aC, solo que por aquel entonces se encontraba dentro de la medicina tradicional china y eran los monjes budistas japoneses quienes estudiaron la técnica conocida hoy como Anma.
En 1940, Anma y otras técnicas de masaje fueron agrupadas formando una sola que en la actualidad recibe el nombre de Shiatsu. En nuestra sociedad actual, las excepcionales técnicas de masaje de origen japonés se han reinventado aportando un toque erótico especial. Esto da lugar a diversas experiencias sensoriales dotadas de los placeres exóticos de oriente.
Los centros de masajes eróticos conceden torbellinos de sensaciones, gracias al empleo de los masajes japoneses más excitantes. El cliente podrá elegir diferentes alternativas para conectar cuerpo y mente, al mismo tiempo que relaja todos los músculos de su cuerpo.
En la actualidad se hace necesario contar con una herramienta de relajación como ésta. El ritmo acelerado de vida que llevamos nos hace olvidar lo más esencial: nosotros mismos. Con la ayuda de estas técnicas se evitan los bloqueos mentales y los estancamientos de energía para vivir el placer más intensamente.
Técnicas japonesas actuales cargadas de sensualidad
En los centros de masajes japoneses de contenido erótico cuentan con una amplia experiencia para ofrecer un magnífico servicio. Sus profesionales combinan el masaje de origen japonés con ciertos elementos tántricos, así como técnicas y productos novedosos.
El masaje Nuru, por ejemplo, es un masaje erótico donde la masajista y el cliente han de quedarse desnudos. La técnica que se emplea es deslizar el cuerpo de la profesional por el cuerpo del cliente, algo que difiere mucho del masaje corriente.
En este tipo de masajes cargados de sensualidad es frecuente utilizar aceites o geles de gran capacidad lubricante para que los cuerpos estén resbaladizos. Esto es lo que les concede un carácter francamente especial.
Los masajes japoneses son una tradición muy erótica, de hecho, son los más excitantes que existen en la actualidad. Para practicarlos, las masajistas pueden utilizar sus manos, así como todo su cuerpo, dando lugar a movimientos refinados para establecer contacto físico y cierta intimidad. La conexión que se puede llegar a crear entre el receptor del masaje y la encargada de hacerlo es máxima. Las sensaciones táctiles se intensifican y la relajación del cuerpo es absoluta.
Maximizar el placer y la excitación, eso es lo que se pretende conseguir con los masajes japoneses. Ahora bien, para facilitar el placer al cliente y hacer que disfrute de una experiencia única y sensual, es prioritario el lugar. El diván tántrico, por ejemplo, es una opción más a la hora de relajar el cuerpo en sus múltiples posiciones.