Masaje Perineal

¿Qué se consigue con el masaje Perineal?

El perineo es una zona muy sensible con muchas terminaciones nerviosas que se encuentra entre los testículos y el ano. Este masaje puede ser una buena técnica de estimulación sexual que se puede prolongar en el tiempo gracias a que la estimulación no es tan directa como la del pene. Esto permite que el hombre experimente un placer diferente al que está acostumbrado y no asocie como único fin la eyaculación.

Sin embargo, al ser una zona tan sensible y erógena también puede servir como ayuda para acelerar el orgasmo mientras se está estimulando otras partes del órgano sexual masculino. Con la práctica de esta técnica y otras como el KSMO el hombre puede llegar a ser multiorgásmico.

¿Cómo se realiza el masaje Perineal?

Este masaje tiene dos modalidades: la superficial y la profunda. En la primera fase o modalidad se estimula la zona del perineo acariciando la piel que se sitúa entre el ano y el escroto, una zona altamente erógena con infinidad de terminaciones nerviosas, especialmente sensible además porque no suele ser estimulada, es un punto nuevo de placer.

La siguiente fase o modalidad es la interior y profunda, consiste en estimular el punto P, que se encuentra en el interior del recto en los primeros 5 cm. Esta zona no es difícil de localizar aunque esté escondida, es una zona suave y rugosa y un poco prominente, de hecho mientras más excitado está el hombre, más se hincha esta zona y es más fácil de reconocer a través del tacto. Para estimularla basta con hacer el gesto de “ven aquí” con los dedos e ir observando la reacción y la comunicación con tu pareja.

Los músculos del Perineo y su función

El perineo masculino, está compuesto de 8 músculos perineales que se disponen en tres planos: superficial, medio y profundo.

En el plano superficial encontramos el esfínter externo del ano, el músculo transverso superficial del periné, músculo isquiocavernoso y el músculo bulboesponjoso, estos dos últimos son los que intervienen en la erección del pene. Por eso el masaje superficial perineal combinado con el masaje Tántrico Lingam beneficia inmediatamente la calidad de las erecciones.

En el plano medio encontramos el músculo esfínter externo de la uretra y el músculo transverso profundo del periné, que sostiene la vejiga y la próstata y si se contrae contribuye a la erección del pene.

Los secretos para un masaje de 10

Es esencial contar con un buen lubricante a base de agua que ayudará a que los dedos se deslicen y así podremos evitar fricciones molestas. En el caso de que el masaje perineal sea en la ducha el lubricante debe ser a base de silicona. Y si queréis ir más allá podéis maximizar la experiencia con un lubricante efecto frío o calor o incluso alguno comestible y que tu compañero no solo use los dedos sino también la lengua y los labios.

La higiene es muy importante por ambas partes, tanto en la zona perineal y anal de quien va a ser estimulado como de las manos de la masajista. Además esto ayudará a las dos partes a sentirse más seguros durante el proceso.

Con los dedos índice y corazón, sigue la línea que une los testículos con la entrada del ano de arriba abajo con movimientos suaves, ya que se trata de una zona muy sensible.

Repite el mismo movimiento variando las presiones con mucha delicadeza. En este punto la comunicación es clave para empezar a saber si se siente a gusto y qué presión es la que más placer le produce. Ten en cuenta que la comunicación no solo se va a producir hablando, también podrás observar el lenguaje corporal de tu pareja sexual como el ritmo de la respiración, gemidos o movimientos de su cuerpo.

Para aquellos que no es su primer masaje perineal que reciben pueden aprovechar y hacer los ejercicios Kegel, que consisten en contraer y relajar la musculatura del suelo pélvico. Al ejercitar estos músculos a través de la contracción y relajación activa, entrenarán el suelo pélvico y podrán alcanzar más fácilmente el orgasmo.

Este masaje puede ser únicamente perineal o formar parte y complementarse con otros masajes como son el masaje tántrico lingam o el masaje del Punto P que llevará al hombre a un placer máximo para muchos desconocido. Para ello lubrica bien la zona del ano e introduce un dedo con la palma de la mano hacia arriba. Hazlo poco a poco y con delicadeza, a unos 5 centímetros de la entrada, encontrarás una especie de “nuez” carnosa: acaríciala con el movimiento “ven aquí” y llevarás al hombre a sentir oleadas de placer que recorrerán todo su cuerpo.

Artículos relacionados

No hay más entradas que mostrar